lunes, 22 de junio de 2015

Orgullo zaragocista

Hace justo un año, Zaragoza preparaba sus corazones para vivir un verano de infarto. Un día aparecía un atisbo de luz al final del túnel, pero al siguiente la esperanza zaragocista se desmoronaba. Las palabras se las llevaba el cierzo. Las promesas no eran más que eso. Conforme pasaban los días, la realidad seguía siendo la misma: El Real Zaragoza estaba al borde de la desaparición. Pero como dice nuestro lema, Zaragoza nunca se rinde; no podíamos quedarnos de brazos cruzados viendo como nuestro club agonizaba. Más de 10.000 personas salimos a la calle por la salvación. Y ahí comenzó todo.


Cuando nos daban por muertos, la Fundación Zaragoza 2032 salvó al Real Zaragoza. Sin embargo, el equipo tendría que afrontar otras muchas dificultades además de las económicas. Llegó la pretemporada y ni siquiera teníamos plantilla. Pero eso no fue todo. A finales de noviembre, Ranko Popovic sustituyó al técnico Víctor Muñoz. Parecía imposible llegar a luchar por ascender, y lo conseguimos.

No hicimos una temporada perfecta; dejamos muchos puntos por el camino. Tampoco tuvimos los mejores futbolistas, pero sí unos jugadores comprometidos, con coraje, que hicieron despertar nuestra ilusión. Rozamos la gloria, pero nos sobraron seis minutos. Ahora recordemos dónde estábamos el año pasado a estas alturas y sintámonos orgullosos de nuestro equipo. Esto solo lo consigue el Real Zaragoza.


Volveremos.


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