Hoy, 23 de octubre, es uno de esos días en los que habría sido mejor no despertarse, un día muy duro, sobre todo para los aficionados al motociclismo. Te despiertas a las 7 de la mañana con una enorme ilusión por ver que harán tus pilotos favoritos, para vibrar una vez más con cada adelantamiento y en resumen, para disfrutar.
Hoy, podría haber sido un gran día para los pilotos españoles, pero las cosas no han salido como se esperaba. Cuando ha ocurrido ese trágico accidente, todos estábamos de acuerdo en algo, y es que todos queríamos que fuera lo menos grave posible y se quedara en un susto, pero no ha sido así. Todos nos hemos quedado helados al enterarnos de que Simoncelli había muerto… para nada me lo esperaba, es más, sigo sin terminar de creérmelo.
No era uno de mis favoritos ni mucho menos, incluso me he llegado a alegrar con alguna de sus salidas de pista o de sus caídas… pero para nada le deseaba esto, ni a él ni a ninguno. Además, Simoncelli pese a todas sus malas acciones era un gran piloto, no se puede negar. Arriesgó hasta el último momento ya que Bautista y él tenían una bonita lucha por el 4º puesto. Y así murió… con tan sólo 24 años y haciendo lo que más le gustaba, como ya le pasó a Shoya el año pasado.
No hay más palabras para describirlo… todavía sigo en estado de shock y sin poder quitarme esas imágenes de la cabeza ni dejar de pensar que le puede pasar a cualquiera.
Mucho ánimo para todos aunque en estos casos de poco sirva decirlo.
Siempre te recordaremos, Marco. Descansa en paz… :´(
