martes, 6 de marzo de 2012

Valentino Rossi, ¿seguirá siendo el rey?

Valentino Rossi, el rey del motociclismo, nació el 16 de febrero de 1979 en Urbino (Italia). Debido a que el bambino aprendió de su padre, quien le inculcó esa pasión por el motor, Valentino ya apuntaba maneras sobre la moto a una edad muy temprana. Debutó en el Mundial con tan sólo 16 años, y al año siguiente, en 1996, venció al campeón Jorge Martínez Aspar. Actualmente, a sus recién cumplidos 33 años, ha sido capaz de ganar hasta 9 títulos mundiales en las diferentes categorías del motociclismo (125, Moto2 y MotoGP) convirtiéndose así en el único piloto en la historia que lo ha logrado.

"The Doctor", mote que él mismo se puso de joven al descubrir, ojeando las páginas amarillas, que casi todos los que se apellidaban como él en Urbino se dedicaban a la medicina, cuenta en su palmarés con más de 100 victorias en MotoGP, superando al gran Ángel Nieto, más de 20 podios consecutivos en la categoría reina, siendo el piloto que más podios ha conseguido a lo largo de la historia. No sólo es el que más victorias, podios y poles ha logrado, sino también quien más puntos ha obtenido, con la friolera cantidad de más de 4000 puntos. Por estos datos es considerado como el mejor piloto de motociclismo de todos los tiempos.

Las manos del 46 son capaces de hacer cualquier truco de magia que nos deje boquiabiertos a todos los espectadores. Pero no sólo eso, sino que esas manos pertenecen a una persona cuyo cerebro es una computadora. Una computadora capacitada para seducirnos, incluso hasta el punto de llegar a enamorarnos, con cada uno de sus adelantamientos, de sus frenadas, de sus curvas, de sus victorias... y en definitiva, del motociclismo.

Espontáneo y divertido, el supercampeón posee un carisma proporcional a su talento. Celebra sus victorias como si de un niño se tratara. Sólo él ha subido con un mono al podio, ha montado a un pollo en su moto para promocionar la pollería de un gran amigo, se ha disfrazado de Blanca Nieves o del rey Arturo, incluso ha sido capaz de entrar en uno de los WC de Jerez tras una victoria, o de doctorarse a él mismo.

Su objetivo es ser el primero en proclamarse campeón del mundo de MotoGP con tres escuderías distintas. Ya lo fue con Honda en 2002 y en 2003, y posteriormente lo hizo con Yamaha en los años 2004, 2005, 2008 y 2009, pero ahora quiere conseguirlo con Ducati. Valentino cambió la Yamaha por la Ducati ya que quería correr para la marca de motos de su país. Quizás esta no haya sido la mejor decisión que ha tomado a lo largo de su carrera, pero para Rossi no existen las dificultades. Cualquier reto que se proponga tratará de conseguirlo, porque el piloto italiano más popular es una persona con un magnífico afán de superación.

Pero todo no podía ser bueno para el 46. Las hadas de Valentino le abandonaron el 5 de junio de 2010, de ahí la grave caída que sufrió en los entrenamientos libres del GP de Mugello, en su tierra y todavía sobre la Yamaha. Esto le impidió correr los siguientes Grandes Premios debido a una rotura de tibia y peroné. Hay quien dice que ahí comenzó su mala suerte, ya que a raíz de esa caída sólo ha ganado una carrera, en Sepang , y fue en ese mismo año.

La temporada pasada para Rossi y Ducati ha sido una temporada para olvidar, como una auténtica pesadilla. No consiguió ni una sola victoria y sólo subió al podio una vez, en Le Mans. Y es que, prácticamente, desde el arranque del 2011 se vio sin opciones de luchar por el título se vio sin opciones de luchar por el título, pero fue en Inglaterra donde Il Dottore tocó fondo, ya que salió desde la antepenúltima posición. Se dudó de su máquina, ya que por más que lo intentaban no existía ese feeling entre el piloto y la moto, pero nunca se dudó de él. En casi todas las carreras nos dejaba esos mágicos instantes mientras luchaba junto a Nicky Hayden, Álvaro Bautista, Héctor Barberá, entre otros. Unas luchas con adelantamientos y pasadas espectaculares, pero... ¿dónde estaba el espíritu ganador de Valentino? Por si fuera poco, no hay que olvidar que éste perdió a su fiel compañero y amigo, a su compatriota Marco Simoncelli, al que todos añoramos. Pese a todo esto, Vale nunca ha perdido el humor ni esa ilusión por volver a ser quien fue.

Recientemente, ha sido sometido a una nueva intervención quirúrgica para extraerse uno de los clavos que todavía lleva en una pierna derecha, fracturada en Mugello. Y a su vez, sigue con Ducati, trabajando al máximo para volver a ser competitivo y hacerse con su décimo campeonato. Esta temporada contará con la GP12, una moto completamente nueva que el rey de los reyes ya ha probado en los primeros test oficiales en Sepang. Habló de ella con un brillo en los ojos que no se le veía el pasado 2011 y afirmó que se ha dado un grandísimo paso, ya que la moto ha mejorado en los aspectos que más problemas les daba, como por ejemplo la frenada, el paso por curva y el "feeling" con la rueda trasera. En ese primer contacto no sólo se sintió mucho más cómodo sobre la moto, sino que se divirtió como hacía tiempo. La nueva Desmosedici tiene muy buena pinta, aunque todavía queda mucho trabajo por delante.

Por otro lado, lo más desalentador para Rossi y su marca, es que tendrá que volver a competir con una generación más joven y cada vez mejor, de la que forman parte Casey Stoner, actual campeón del mundo, Dani Pedrosa (Honda) o el mallorquín Jorge Lorenzo (Yamaha). Lo que está claro es que ni Valentino ni Ducati pasan por el mejor momento, pero se dice que los viejos rockeros nunca mueren... en este caso, Rossi es ese viejo rockero, el Dios del motocilismo, quien siempre se levantará y, mientras pueda, seguirá dándolo todo por lo que realmente ama, la moto.


Lara García

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