miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sueños que se hacen realidad

Todo comienza cuando empiezas a admirar a alguien, alguien que trabaja día a día para hacer sus sueños realidad, alguien que es incapaz de rendirse jamás y que, sin duda, para ti es el mejor. Ese alguien es él, Álvaro Bautista. Campeón del mundo de 125cc en 2006 y actual piloto de motoGP.

Semana tras semana sólo deseas que llegue el finde para volver a vivir esa sensación que el motociclismo te produce. Esa sensación de nervios, de vibrar con cada adelantamiento, con cada caída, y en resumen, la sensación que permanece en ti hasta que los pilotos cruzan la línea de meta. Y como no, ahí lo ves a él, con la sonrisa que le caracteriza, la sonrisa de Talavera de la Reina, y sueñas con conocerlo algún día. Es más, sueñas con poder decirle cuánto le admiras, pero llega un momento que aquello con lo que has soñado durante tanto tiempo deja de ser un sueño para convertirse en realidad. Es en ese momento cuando te das cuenta de que, ya no sólo lo admiras por su profesión, sino que admiras su simpatía, el cariño y agradecimiento que muestra hacia todo el mundo. Admiras como es.

Meses después tienes la oportunidad de volver a verlo y piensas que, ni se acordará de ti, pero ocurre todo lo contrario. Te ve, te sonríe, te saluda dándote dos besos, y aunque no estés con él ni 30 segundos, para ti esos 30 segundos tienen un significado muy especial, porque es uno de tus ídolos y sólo con eso ya te conformas. Pero aquí no acaba todo. Lo que sí que no me podría haber imaginado NUNCA fue todo lo que ocurrió la pasada noche del sábado, la noche del 10 de diciembre, una noche INMEJORABLE.

Sabía que la cena del Fans Club de Álvaro iría muy bien, porque tienes la posibilidad de compartir buenos momentos con toda su gente, con aquellos con los que compartes esa admiración, pero también de conocer a Alvarito fuera de su trabajo, de conocer su parte más humana y personal. Y no fue para nada como pensaba, lo que yo imaginé no era ni la mitad de lo que pasamos esa noche. No sabíamos que nos esperaba una larga noche con Bautista, hasta con desayuno incluido. Las horas fueron pasando entre risas, copas, fotos, charlas sobre el qué debería beber, bailes en buena compañía con La Bomba o con Lady de fondo, más fotos, locuras, momentos de motivación, sobre todo con La mano de Dios... en definitiva, una GRANDÍSIMA noche. Y qué mejor que acabarla con un buen chocolate, no? eso sí, nosotras sin churros ni porras jajajaja. Muchas más risas y conversaciones de todo tipo mientras desayunábamos, pero llegó el momento de la despedida. Palabras de agradecimiento que siempre permanecerán en mi mente. -¿Os ha merecido la pena venir desde tan lejos? ¿Volveréis al año que viene? que no haya ninguna duda, por supuesto que volveremos!!

Y este es mi resumen de una noche perfecta... sí, perfecta, porque... que tu ídolo te trate como si te conociera de toda la vida, no tiene precio. Nadie se puede imaginar lo orgullosa que estoy de tener los ídolos que tengo, porque como el gran Álvaro, con esa humildad y esa sencillez, quedan muy pocos.
Sólo me queda dar las gracias a todo el mundo que estuvo allí presente, por hacer de esa noche una noche muy especial. Además de expresar la ilusión que me hizo conocer a dos grandes periodistas, Mela Chércoles y Borja González, que son unos cracks y como ya les dije, quiero ser como ellos! Y como no, a mi compañera de viaje decirle que me alegro muchísimo de que por fin conociera a Alvarito, y que nos quedan por vivir muchos más momentos juntas, porque ya sabes... los sueños se hacen realidad :´)

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